El rey Fernando VII tenía muchos defectos. Seguramente,
el más inocuo de todos ellos es que fue un pésimo jugador de billar
Era tan malo al billar
el séptimo Rey Fernando
que contra un manco jugando
no lograba el Rey ganar.
Para al Monarca ayudar
a que acertara a la bola,
siquiera fuera una sola,
los cortesanos fallaban
su jugada y la dejaban
a punto de carambola.
el séptimo Rey Fernando
que contra un manco jugando
no lograba el Rey ganar.
Para al Monarca ayudar
a que acertara a la bola,
siquiera fuera una sola,
los cortesanos fallaban
su jugada y la dejaban
a punto de carambola.
Si aún así no atinaba,
siempre había algún pelota
que con entrega devota
¡carambola!, le cantaba.
Y el torpe Rey se engolaba
pues, petulante, creía
que carambola él hacía,
sin ver cómo el cortesano,
a escondidas con su mano,
las bolas juntas ponía
No hay comentarios:
Publicar un comentario