Montiel
(Ciudad Real). 23 de marzo de 1369. La guerra entre Pedro I el Cruel, rey de
Castilla y su hermano bastardo Enrique de Trastamara (al que la Historia
conocerá como Enrique II, el de las Mercedes) llega a su punto final.
El
bastardo Trastamara ha logrado derrotar en campo abierto hace unos pocos días a
Pedro (14 de marzo). Han sido años de encarnizados combates en los que han
participado, por un lado, tropas inglesas al mando del famoso Príncipe Negro en
apoyo de Pedro y, por otro, tropas aragonesas del Rey Pedro IV el Ceremonioso,
así como las famosas “Compañías Blancas” del mercenario bretón Bertrand du Guesclin
(también llamado en España Beltrán Duguesclín) en apoyo de Enrique.
Pedro
se ha refugiado en el Castillo de Montiel, sitiado por el ejército de Enrique
de Trastamara. Su situación es desesperada e intenta escapar ofreciendo una
gran suma de dinero al mercenario Beltrán Duguesclín. Éste, leal a su acuerdo
con Enrique, informa al bastardo que le promete la misma cantidad de dinero que
le iba a dar Pedro.
Duguesclín,
con engaños, lleva a Pedro a la tienda de campaña de su hermanastro Enrique.
El
resto de la historia lo encontrarán en las espinelas que les dejo
Oigan
la historia de un 'trío',
sin
duda el más ardoroso,
vale
decir belicoso,
mas
escaso en 'amorío'.
Me
corre un escalofrío
recordando
que en Montiel,
envenenados
de hiel,
dos
hermanastros se enfrentan,
su
inquina a sangre solventan,
en
combate sin cuartel
En
escena, Pedro 'El Cruel'
y
Enrique el de 'las mercedes'
abrazados
ante ustedes
mientras
se arrancan la piel.
Completando
este plantel
el
franchute Duguesclín,
un
guerrero de postín,
Condestable
de Bretaña,
de
turismo por España
a
la busca de botín
Enzarzados
los hermanos,
ya
no es tiempo de palique,
Pedro
monta sobre Enrique
con
un puñal en las manos.
'¡Tus alaridos son vanos…
…y mi daga es muy 'galante!',
exclama
Pedro exultante,
mientras
Enrique, intranquilo,
le
dice observando el filo:
'¡Ten cuidado, es muy cortante!'
Mas
hablábamos de un 'trío'…,
…¿qué
pasa con Duguesclín?,
porque
en medio del trajín
no
ha dicho Beltrán ni pío?
Empuja
el francés con brío,
a
Pedro pone debajo
y
con mucho desparpajo
anima
al de Trastamara
a
que a Pedro ya matara
atizándole
un buen 'tajo'
A
Pedro el francés agarra
mientras
Enrique se aplica,
mas
Beltrán, harto, le indica
'¡Remata
ya, qué tabarra!'
La
Historia de España narra
que
Enrique cumplió labor
ayudado
de 'asesor'
que
expuso cabal su ley:
'Ni
quito ni pongo Rey,
pero
ayudo a mi Señor'