domingo, 1 de marzo de 2015

Manolito el Pollero





Manuel Fernández Sanz -Manolito el Pollero- no escribió nunca un libro de poesías, pero nos ha dejado, sin embargo alguno de los más bellos versos de la poesía española del siglo XX.

Escribía sus poemas en los bares, en trozos de papel y servilletas que sus amigos fueron recogiendo, por lo que algunos de ellos han podido llegar hasta nosotros. Su único libro es una edición póstuma realizada por Camilo José Cela en sus Papeles de Son Armadans, El libro se llama “Silva, grillera y cigarral de Manolito el Pollero".

Les traigo una breve reseña de este personaje realizada por el poeta, escritor y periodista Manuel Alcántara (Cantigas de amigo)

Manuel Fernández Sanz debía su alias a una tienda de “Aves y Huevos” heredada de sus mayores, quizás la más antigua de Madrid. Sólo trabajó en ella durante tres días, en un apretón de Navidad. Manolo no trabajaba: vivía. Un poco a tumba abierta y sin cuidarse de nada, pero con mucho cuidado. Era un tipo popular, lleno de gracia y de melancolía, orondo, irónico y tierno. Se dio a conocer en una tertulia literaria de aquella época, en el histórico “Café Pombo”, donde se reunían muchos escritores. Estaba él en una mesa contigua, quizá con una copa de más o acaso con las copas suficientes, cuando intervino en la conversación:

- De todos los que estamos aquí, el único que vive de la pluma soy yo, que tengo una pollería".


Alfonso Ussía dice de él que era "el más fino y delicado niño poeta de los bares y tertulias madrileñas, glotón y beodo, invitador y caprichoso".


Disfruten, si no la conocen, de esta maravillosa copla de Manolito el Pollero

Cuando con los demás niños
de niño jugabas tú
¿sabías o no sabías
que eras el Niño Jesús? 


P.S.- He localizado una continuación de esta copla, atribuida también a Manolito el Pollero, aunque no tengo seguridad completa. La transcribo:


Hoy que dormido te veo
tan ajeno a vida y cruz
mi Rey Niño, he sospechado
que no sabías aún
cuando eras niño del todo
que eras el Niño Jesús

1 comentario:

Mario Fernández González dijo...

Sobre las servilletas de Manolito el Pollero.

Quizá Manolito en alguna ocasión escribiera algún poema en alguna servilleta o en cualquier papel que tuviera a mano, como otros poetas lo han hecho, pero Manolito, que como todos los que escriben su afán era verse publicado, se los guardaba y los pasaba a limpio sobre un buen papel con una estupenda caligrafía.

En “Silva, grillera y cigarral de Manolito el Pollero”, publicado en Las Ediciones de los Papeles de Son Armadans, en 1966, al poco de morir, Cela nos dice en el Prólogo “Manolo dejó los versos que ahora publico y me expresó su deseo de que apareciesen en esta Colección Juan Ruiz; pensaba haberse pagado la edición pero, por desgracia, ya no podrá hacerlo. [...] La edición de un libro de versos no es cara, en nada mejor que en recordar a un amigo pudiera gastarme los reales [...] No hago sino cumplir la voluntad de un muerto”. MARIO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ,librero