Por fin, y después de unos duros días de pesado trabajo que casi terminan con mi proverbial paciencia, el bendito Estatuto que rige los destinos de la clase trabajadora me concede unos días de merecido asueto.
A él me dirijo con pleno entusiasmo.
Por si se aburren, y mientras vuelvo, les dejo con un clásico que fue sol de mi ya lejana adolescencia.
Y como bonus track, otro clásico del gran Don McLean
2 comentarios:
Feliz descanso, amigo mío. Espero que lo pase bien y que estos días de asueto sean tan provechosos como relajantes. Olvídese de todo, pero no de echarse un buen trago a la salud de los camaradas del Club...
Muchas gracias, amigo Epicuro. Las vacaciones me están viniendo de maravilla y espero estar de nuevo en septiembre a pleno rendimiento satírico.
Por supuesto, he brindado por todos ustedes.
Un abrazo
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