A veces conviene desengrasar las neuronas. Nada mejor para ello que un poco de humor inteligente. Les ofrezco una pequeña maravilla fruto del soberbio talento de los Monty Python, que osaron enfrentar sobre el verde tapete de un campo de fútbol a la flor y nata de la filosofía griega y alemana. El resultado, indescriptible
¡Qué partidazo, Gulliver! Me ha encantado ver a tantos genios reunidos simplemente jugando. Yo no sabía las habilidades de Sócrates con el balón porque el muy cabrón nunca dejó nada escrito para la posteridad, y lo que sabemos de él es gracias a su discípulo Platón, que le encantaban las esferas como forma geométrica perfecta. Pero el gol lo metió Sócrates, que conste. La selección alemana... Muy floja. Un saludo y felicidades por el blog.
2 comentarios:
¡Qué partidazo, Gulliver!
Me ha encantado ver a tantos genios reunidos simplemente jugando. Yo no sabía las habilidades de Sócrates con el balón porque el muy cabrón nunca dejó nada escrito para la posteridad, y lo que sabemos de él es gracias a su discípulo Platón, que le encantaban las esferas como forma geométrica perfecta. Pero el gol lo metió Sócrates, que conste. La selección alemana... Muy floja.
Un saludo y felicidades por el blog.
El Principio tenía que estar necesariamente en las botas de Arquímedes.
Coincido con su opinión sobre los alemanes. Marx, un bluff. Nada que hacer ante la gloriosa selección de los argonautas.
Gracias por su visita
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