“El Oeste es un enorme mercado lleno de posibilidades de negocio”, debieron pensar sin duda nuestros modernos pícaros, Jeff Peters y Andy Tucker. Y a su exploración y conveniente explotación se dedicaron ambos con notable éxito.
Sus armas: la imaginación y un elaborado código moral en el que la estafa ocupaba lugar preferente.
Decía Jeff Peters al respecto:
“Espero retirarme algún día de los negocios y cuando lo haga confío en que nadie sea capaz de sostener que yo he recibido jamás un solo dólar de nadie sin darle en cambio un quid pro rata. He procurado siempre dejar a mis clientes algo que puedan al menos guardar en su álbum o en el espacio comprendido entre su reloj de péndulo y la pared trasera de su cuarto de trabajo”.
Kentucky, Illinois, Carolina del Norte…, no hay Estado que se libre de las elaboradas técnicas de negocio que desarrollan este par de pícaros, cuya flexibilidad moral tiene, sin embargo, límites que deben respetarse:
“Hay dos géneros de ilicitud-dijo Jeff Peters- que debieran ser reprimidos por la ley. Me refiero a la especulación al estilo de Wall Street y al robo.
Todo el mundo concordará unánimemente contigo respecto, al menos, a una de esas ilicitudes –respondió Tucker riendo-
Pues el robo debe ser extirpado también -insistió Jeff- “
Peters y Tucker son fruto de la imaginación del gran escritor estadounidense William Sidney Porter, más conocido por su seudónimo de O.Henry, maestro del relato corto. Sus aventuras se incluyen dentro de un tomo de relatos denominado “The gentle grafter”, traducido al español como “El honrado tramposo”.
O.Henry vivió en el tránsito de los siglos XIX y XX, falleciendo en 1910. Los relatos que más fama le dieron son los agrupados bajo el nombre “Los 4 millones” (The Four Millions), que hace referencia al número de habitantes que tenía en aquella época la ciudad de Nueva York y los incluidos en la antología “Corazón del Oeste” (Heart of the West)
La vida de O.Henry tiene mucho de sorprendente. Tras ser acusado de desfalco, huyó a Honduras, país en el que vivió varios años y del que regresó voluntariamente, aceptando la cárcel a fin de poder estar cerca de su mujer gravemente enferma.
A O.Henry se debe el término “República bananera” (Banana Republic) empleado en su obra “Reyes y berzas” (Cabbages and Kings), al referirse a la República centroamericana de Anchuria (en realidad, Honduras)
Bandera de la República de Anchuria
“At that time we had a treaty with about every foreign country except Belgium and that banana republic, Anchuria.”
(En esos tiempos teníamos tratados con casi todos los países extranjeros excepto Bélgica y esa república bananera, Anchuria)
Las narraciones de O.Henry son especialmente recordadas por sus finales, inesperados y sorprendentes. Quizá su relato más conocido sea “El Regalo de los Reyes Magos”, que constituye un espléndido ejemplo de esta técnica.