Érase
de un tal Cerdán,
ser
humano de Milagro,
que
regentaba en Ferraz
importante
Negociado.
Era
un tipo cumplidor
pertinaz,
terco y porfiado,
daba
igual si era “arre” o “so”,
siempre
hacía lo mandado.
Un
día en que el mozo estaba
trajinando
en el trabajo
un
bocata de panceta
que
casi había acabado
recibió
urgente mensaje:
- “¡En
Moncloa estás citado,
deja
de modo inmediato
lo
que llevas entre manos!”
El
bocata de Cerdán
de
rica grasa pringado
sobre
la mesa quedó
sin
dejarlo rematado.
Al
parecer, Pedro Sánchez
necesitaba
un mandado
y
a Cerdán le conminó
con
su gesto avinagrado
que
se fuera a Waterloo
a
pedir a Puchi amparo:
- “Vete
presto a Waterloo
o
a Bruselas, que está al lado.
Saluda
allí al “President”
dile
que somos aliados,
no
le llames Puigdemont,
ni
fugado, ...es “exiliado”
y
a mas a mas, Honorable,
CarloMagno,
Ente Preclaro,
Molt
Sublime, Ser de Luz
y
Kaiser del Principado.
Lleva
unos folios en blanco
y
un bolígrafo en la mano,
si
así le place que escriba
su
carta a los Reyes Magos
y
que la firme contigo,
este
es un paso obligado.
Hazte
una foto con él
en
nada pongas reparo,
a
todo dile que sí…,
no
vuelvas si no ha firmado.
Mas
antes de que te vayas,
pásate
por un colmado
a
comprar unas viandas
que
puedan ser de su agrado,
pues
me ha contado Turull
que
en Bruselas están hartos
de
trasegar mejillones,
patatas
y pollo asado.
¡Vete
ya mismo de aquí,
lárgate,
que estás tardando!"
De
Madrid partió Cerdán,
alcahuete
de Milagro
camino
de Waterloo
a
postrarse ante el fugado.
De
su pueblo le llevaba
chorizo,
chistorra y magro,
vinico
de cosechero
y
unas pochas de regalo.
Cuando
lo vio Puigdemont,
se
mostró encolerizado:
- “¿Dónde
están la butifarra,
y
el suquet de buen pescado?
¿Dónde
paran las mongetas
y
el conill al horno asado?
No
me sirves Ratafía,
ni
un Penedés o un Priorato.
¡Ya
no sigo la reunión
porque
España me ha humillado.
Tú
puedes irte al hotel
y
yo veré si te llamo!”
Tres
días pasó Cerdán
en
Bruselas esperando
que
llamara el “President”,
mas
al fin, llegado el cuarto,
el
teléfono sonó
y
alguien dijo al otro lado:
- “Su
excelencia el President
continúa
muy enfadado,
mas
si viene a Waterloo
le
atenderá acaso un rato”
Tan
raudo acudió Cerdán
al
chalet del “Deseado”
que
se plantó en Waterloo
un
poquico atolondrado.
Le
recibió un edecán
con
barretina tocado
llevándole
hasta un salón
en
el que estuvo esperando
a
Puigdemont y a Turull
unas
tres horas o cuatro.
Presidido
era el salón
por
foto de gran formato
en
la que había unos tipos
a
un “tupperware” adorando.
Apareció
Puigdemont
con
el Turull a su lado
y
a Cerdán tiró un papel
que
traía redactado:
- “Solo tienes que firmar,
con
equis está marcado,
escribe
tu nombre al pie:
“Santos
Cerdán el Pringado”
Y
después hazte una foto
debajo
de este gran cuadro”
- ”¿El
cuadro del “tupperware...”?,
dijo
Cerdán escamado:
”...¡concuerda
con el “lawfare”
que
ahora mismo os he firmado!
- “¡Puro atrezzo conceptual,
mero
e inocente alegato!”,
le
contestó Puigdemont,
con
Turull descojonado.
Cerdán
se volvió a Madrid
tras
cumplir con sus recados
y
a Pedro Sánchez llevó
con
los acuerdos firmados,
pommes
frites, mejillones
y
su foto de regalo
*
Romance publicado en el blog de Santiago Gonzalez el 19 de noviembre de 2023