sábado, 25 de febrero de 2017

Ni quito ni pongo Rey



Montiel (Ciudad Real). 23 de marzo de 1369. La guerra entre Pedro I el Cruel, rey de Castilla y su hermano bastardo Enrique de Trastamara (al que la Historia conocerá como Enrique II, el de las Mercedes) llega a su punto final.

El bastardo Trastamara ha logrado derrotar en campo abierto hace unos pocos días a Pedro (14 de marzo). Han sido años de encarnizados combates en los que han participado, por un lado, tropas inglesas al mando del famoso Príncipe Negro en apoyo de Pedro y, por otro, tropas aragonesas del Rey Pedro IV el Ceremonioso, así como las famosas “Compañías Blancas” del mercenario bretón Bertrand du Guesclin (también llamado en España Beltrán Duguesclín) en apoyo de Enrique.

Pedro se ha refugiado en el Castillo de Montiel, sitiado por el ejército de Enrique de Trastamara. Su situación es desesperada e intenta escapar ofreciendo una gran suma de dinero al mercenario Beltrán Duguesclín. Éste, leal a su acuerdo con Enrique, informa al bastardo que le promete la misma cantidad de dinero que le iba a dar Pedro.

Duguesclín, con engaños, lleva a Pedro a la tienda de campaña de su hermanastro Enrique. 

El resto de la historia lo encontrarán en las espinelas que les dejo



Oigan la historia de un 'trío',
sin duda el más ardoroso,
vale decir belicoso,
mas escaso en 'amorío'.
Me corre un escalofrío
recordando que en Montiel,
envenenados de hiel,
dos hermanastros se enfrentan,
su inquina a sangre solventan,
en combate sin cuartel

En escena, Pedro 'El Cruel'
y Enrique el de 'las mercedes'
abrazados ante ustedes
mientras se arrancan la piel.
Completando este plantel
el franchute Duguesclín,
un guerrero de postín,
Condestable de Bretaña,
de turismo por España
a la busca de botín

Enzarzados los hermanos,
ya no es tiempo de palique,
Pedro monta sobre Enrique
con un puñal en las manos.
Tus alaridos son vanos…
…y mi daga es muy 'galante!',
exclama Pedro exultante,
mientras Enrique, intranquilo,
le dice observando el filo:
Ten cuidado, es muy cortante!'

Mas hablábamos de un 'trío'…,
…¿qué pasa con Duguesclín?,
porque en medio del trajín
no ha dicho Beltrán ni pío?
Empuja el francés con brío,
a Pedro pone debajo
y con mucho desparpajo
anima al de Trastamara
a que a Pedro ya matara
atizándole un buen 'tajo'

A Pedro el francés agarra
mientras Enrique se aplica,
mas Beltrán, harto, le indica
Remata ya, qué tabarra!'
La Historia de España narra
que Enrique cumplió labor
ayudado de 'asesor'
que expuso cabal su ley:
'Ni quito ni pongo Rey,
pero ayudo a mi Señor'







2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fulminante, don Gulliver.

No hay como buena daga
para rematar al otro,
sea ya dueño de un potro,
sea bálsamo en la llaga.
El que la hace y la paga
cumpliendo está su destino,
puede ser 'jarto' de vino
o por haberse fumao
un chocolate importao
con mechero piccolino.

Mirlopica

Gulliver dijo...

Caramba, Don Mirlo, qué agradable recibirle en el blog. Todo un honor
Y muchas gracias por la espinela con que nos obsequia en la visita