martes, 17 de enero de 2017

Epístola de Pablo a los Podemitas



Aunque tuviera la inteligencia de Tyrion Lannister, si no tengo guillotina, soy como una hoz sin filo o un martillo de cartón.

Y aunque conociera todos los engaños y todas las argucias de la dialéctica, y aunque mi astucia fuese tan grande como para agitar a la “gente”, y aunque tuviera toda la labia, una labia capaz de movilizar a las mayorías sociales, si no tengo poder, nada soy.


Y aunque entregara mi person
a al liderazgo de l@s compañer@s, si no tengo poder sobre mis enemig@s, nada soy.

Y aunque prometiera repartir entre la “gente” todos los bienes que confisque a los ricos, si no alcanzo el poder de nada me aprovecha.


El poder es cínico y brutal, obsceno y carnal, divina ponzoña, sublime veneno, tan dulce y letal. Disfruta sin límites, condena sin límites, se embriaga sin límites, niega sin límites, goza sin límites, odia sin límites, se jacta sin límites, se encoleriza sin límites, recela sin límites, censura sin límites, ordena sin límites.


El poder no cansa nunca. 


No hay comentarios: